Después de tanto tiempo, ¿para qué? ¿sirve para algo? Posiblemente no, pero aquí estoy, con la morriña, con la nostalgia, con tus recuerdos.
Te echo de menos, no es un secreto, es un grito.
Sé que no debería, sé que me has apartado, o más bien empujado, pero te echo de menos, no lo puedo evitar.
Por suerte no leerás ésto para ver lo patética que soy, no lo leerá nadie, de eso que me libro.
Mi corazón aún se encoje cuando sin querer encuentro alguna foto tuya o entre mis pertenencias encuentro algún recuerdo nuestro, soy idiota.
Si por algún casual me lees, y sí, obviamente sabrás que ésto es para ti, quiero que sepas que siempre estaré, siempre.
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